24 diciembre 2006

APOCALYPTO (2006), de Mel Gibson



GLADIADOR, pero en Mesoamérica. Quítele el Coliseo de Roma y póngale las pirámides de sacrificio humano de la civilización maya: igual hay monumentalidad, pan y circo para las masas. Algo me gusta bastante de esta película, y es que le mete un coñacito a todos estos santurrones ayatólicos que predican en VTV y VIVE TV acerca de la condición idílica de todo pasado precolombino, "hasta que llegaron los españoles a robarnos" (ayer mismo estaban transmitiendo en canal 8 un resumen de los Juegos Deportivos Indígenas Amazonas 2006; lo juro por Dios, créanme, había una competencia de rallar yuca. Una vergüenza de reportera de VTV entrevistaba a los pobres medallistas con imbéciles preguntas propias del espíritu occidentaloide de competitividad, al estilo de "¿cuál es su próxima meta?". Coño: sobrevivir, señorita, sobrevivir).

Mel Gibson nos hace recordar que en la América precolombina también hubo procesos de conquista, colonización, expolio y genocidio. Yo le aplaudo a Gibson este empeño de ir contra la corriente y de rescatar lenguas muertas y, en este caso concreto, la intención de dirigir una mirada histórica hacia un territorio geográfico que muchos estadounidenses sólo ven como un criadero de garrapatas y cachifos que está por allá abajo en el mapa. Lástima que, en el planteo general de la historia, Gibson no pueda salir de las garras de ciertos convencionalismos heroicos de Hollywood, con sus respectivos acontecimientos inverosímiles del género de la acción schwarzeneggeriana: venenos que matan de manera instantánea; eclipses repentinos que no habían sido vaticinados por los avanzados astrónomos mesoamericanos; una tribu selvática de la que nos enteramos, ya al final de la película, que en realidad habita muy cerca del mar, sin que eso tenga influencia alguna en su cultura. La última escena es totalmente predecible, y además, mal rematada. En todo caso bastaba sólo la imagen de los barcos, y no había que agregar ningún otro fotograma o diálogo.

Por momentos, se respira el lirismo vegetal del mejor Werner Herzog, y un sentido metafísico del martirio de los cuerpos humanos que se va perdiendo a medida que avanza la película y se desata una persecusión en la jungla al estilo Depredador. APOCALYPTO no está mal, pero daba para mucho más.

14 diciembre 2006

VOLVER (2006)



Sólo hay dos hombres y nadie los echará de menos: uno que economizaría si comprara la cerveza por toneles y no por laticas, que babosea carajitas y que disfruta del fútbol español (un juego Racing vs Deportivo, es decir, no se trata de cualquier aficionado ramplón, sino de un iniciado) mientras su mujer se parte el culo. Lo matan y a absolutamente nadie en el mundo le afecta. El otro es un bello tonto al frente de una hambrienta troupé cinematográfica, pero sólo queda en blofeo almodovariano. Ergo, he aquí el mundo de la mujer con todas sus hondonadas y porosidades. Una de las conclusiones lapidarias de VOLVER es que en esta vida las mujeres se las pueden arreglar solas hasta para deshacerse de un cadáver, y sin recurrir a serruchos como en SHALLOW GRAVE. La vi en el desfalleciente Ateneo de Caracas, en una sala de aire rancio que sentaba muy bien con una película que desprende los entresijos insondables de una vieja pantaleta de señora.

Una obra maestra más de Almódovar (quisiera destacar la serena majestuosidad con la que caen los créditos luego de la última imagen de Carmen Maura), no hay duda, aunque de sus obras maestras, ésta no es con la que más me conecto. Me pasé toda la película aguardando la aparición de la hermana desconsiderada de Agustina que trabaja en la televisión, y aunque la escena del talk show es divertida, esperaba aún más derrape e hipérboles. Me pregunto cómo harán en los cines de Estados Unidos para subtitular los riquísimos matices del parloteo madrileño y detalles como el "pan con pan" y el pueblo llamado Alcanfor de las Infantas. Por eso Almodóvar no gana el Oscar de director. A Penélope Cruz, que nunca había sido santa de mi devoción, la noté más sabrosona y regia que nunca, lo que confirma los efectos positivos de desvincularse de Tom Cruise. No pierdo las esperanzas de que Katie Holmes algún día se regenere. "Regresé porque me sentía sola", suelta el personaje de Doña Irene (Carmen Maura) para explicar por qué volvió del mundo de los muertos. La frase vale por toda la película y encierra el secreto de por qué los fines de semana las mujeres muestran un frenetismo incontrolable por mandar mensajitos de texto como locas, montar el arbolito de Navidad o gastarse todos los churupos en un centro comercial, mientras que uno lo único que quiere es ver tranquilo el partidazo entre el Manchester United y el Chelsea (¡nunca me dejan, coño!).

10 diciembre 2006

WORLD TRADE CENTER (2006)



No lo niego: algo de mérito encierra realizar una película en la que los dos personajes principales permanecen inmóviles 90% del tiempo fílmico debajo de placas de concreto. Pero desde un punto de vista estrictamente cinematográfico, olvidándonos de los sentimentalismos y de la cagalera de interiores que vivimos aquel 11-S de 2001 (por lo menos en mi caso fue así, y hay varios testigos), UNITED 93, la otra cinta reciente sobre el atentado más mediático de la historia humana, le mete una goleada con su suspenso en progreso sostenido a esta tibia WORLD TRADE CENTER.

Con Oliver Stone siento lo mismo que con el grupo Chemical Brothers. Cuando escuchabas "Out of Control" en 1999, te quedaba claro que Tom Rowlands y Ed Simons estaban montados en la cresta de la ola y los demás venían detrás, bien lejos en la orillita. Pero cuando comprabas el disco "Come with us" en 2002, ya la escena electrónica británica se había quemado con tanta sobredosis y los Chemical Brothers venían con la lengua afuera, rezagados del lote.

De la misma manera, cuando veías SALVADOR (1986), PLATOON (1986), BORN OF THE FOURTH OF JULY (1989), THE DOORS (1991), JFK (1991) o NATURAL BORN KILLERS (1994), tú podías estar de acuerdo o no con el tremendismo chillón de Stone, pero lo que no podías negar era que el hombre estaba montando la agenda, como dicen en la jerga de los medios de comunicación, con sus denuncias del imperialismo y del estilo de vida estadounidenses. Estaba vibrando, pues, pegando duro. El Oliver Stone de hoy es un bate quebrado, le cortaron la melena. Un currutaco tímido y con pocos cartuchos por quemar. Se quedó rezagado. Otros marcan la pauta. ALEXANDER (2004), su biografía de Alejandro Magno, tenía algunos raptos de grandeza visual, pero cojeaba por su escasa valentía para aportar una tesis histórica novedosa y por un protagonista inadecuado como Colin Farrell. Y esta WORLD TRADE CENTER nos hará decir "¡pobrecito!" al ver a un estoico Nicolas Cage, pero no generará ningún tipo de debate político acerca de qué hizo la pobre Nueva York (una ciudad liberal y cosmopolita, donde el Partido Demócrata suele ganar por paliza) para que le infligieran este castigo.

El personaje más intrigante de WORLD TRADE CENTER es un marine con un corporativismo digno del Opus Dei, el sargento Dave Karnes. Lo interpreta el pelirrojo Michael Shannon con un rictus facial inmóvil. Una frase suya le pone el cartelito de The End a WORLD TRADE CENTER: "Necesitaremos gente competente para vengar esto". Su actuación es tan farsesca y risible que me quedé muy intrigado después de salir del cine: ¿Oliver Stone se tomó a este marine en serio o en realidad es una gran sátira del militarismo neoconservador a lo Donald Rumsfeld? Lamentablemente, creo que Stone no logra ni una cosa ni otra.

07 diciembre 2006

A GOOD YEAR (2006)



Cuando tenía entre 15 y 17 años, más o menos, no existían los DVD quemados ni disponía de dos aparatos de VHS para hacer copias de cinta a cinta. Alquilaba películas en un videoclub cercano de la avenida Panteón y pegaba un viejo grabador de cassettes a la bocina del televisor para conservar ciertos momentos musicales que me dejaban en estado de exaltación. Puedo citar el concierto improvisado de piano de Gerard Depardieu en GREEN CARD (1990), la inolvidable misa ortodoxa cantada y la introducción en idioma rumano con cielo rojo de BRAM STOCKER'S DRACULA (1992), la vertiginosa y sensual canción con acordeones en una escena de discoteca con Rob Lowe y James Spader en BAD INFLUENCE (1990). Todo este pasado se me agolpó en la mente cuando estaba viendo A GOOD YEAR un miércoles a las 2:00 de la tarde en la avenida Victoria, una de esas funciones cuando hay cinco personas en la sala. Russell Crowe llega en avión a Francia y empieza a sonar "Moi Lolita", canción de Alizee, la Britney Spears del país galo. Un momento sublime.

A GOOD YEAR es la incursión aparentemente insólita de Ridley Scott en la comedia romántica cuando el cineasta británico tiene 69 años, una edad en la que uno viene de regreso de muchas cosas. Pero si uno observa algunas escenas, se hará notar la energía de la cámara (inusual en este tipo de películas) del autor de BLADE RUNNER y GLADIATOR. Un cierto frenetismo cruel.

En A GOOD YEAR sabes absolutamente todo lo que va a suceder desde la primera escena: se expondrá el contraste entre la acelerada y deshumanizada vida en Londres del corredor de bolsa Max "Maximillion" Skinner (Russell Crowe) y el entorno rural donde se crió en la Provenza francesa, y a donde regresa para vender la finca vinícola de su fallecido padre. El nunca resuelto duelo entre la Gemeinschaft (comunidad) y la Gesellschaft (sociedad)... relaciones personales cálidas, conservadoras y posesivas versus relaciones frías, liberales e impersonales (¿entre el capitalismo azul y el socialismo rojo?). Todos sabemos que, hacia el final de la película, Russell Crowe renunciará a su mundillo bursátil y su cuerpo será bañado por luz dorada. Está cantado, Ridley Scott lo sabe. Dicho esto, hay que concentrarse no en la historia, sino en cómo se cuenta, y A GOOD YEAR tiene valores narrativos audiovisuales más que interesantes. Un personaje fugaz que me fascinó fue el anciano papá de Duflot, es una caricatura mágica. Pero tengo grandes dudas acerca de si Russell Crowe trascenderá en esta nueva faceta de macho domado y dulce. Russell, nunca vas a dejar de ser un poco maldito, esa es tu esencia, aunque digas que te has calmado. Te recordaré siempre como Bud White, no como Max Skinner.

Frases interesantes:
"¡No digan que estoy de vacaciones, eso es peor que la muerte!" (Max Skinner por teléfono a su compañera corredora de bolsa en Londres).
"Bebo coñac, soy demasiado impaciente para el vino" (Max... todos sabemos que le terminará gustando el vino).
Max: "Este lugar no va con mi vida"... su amante Fanny le responde: "No, tu vida no va con este lugar".

NOTA: el público masculino mayoritario que vea esta comedia romántica se fijará en Marion Cotillard, la actriz que interpreta a Fanny, la diosa morena mediterránea. Yo en lo particular me quedo con la visión de Abbie Cornish, la rubiecita de formas suavecitas y rosadeces cutáneas que hace el papel de Christie, la hija perdida.

30 noviembre 2006

EL IMBÉCIL RITUAL

1. A las seis de la mañana, los canales de TV y emisoras de radio comenzarán con sus operativos idiotas, anunciado con bambalinas desde una semana antes: "Democracia 2006", "Eleccion 2006", "Decision 2006", "Expresión 2006" y cualquier otro nombre imbécil y predecible. Todos tendrán a todo su personal de guardia, nadie se salvará, todos habilitados desde la madrugada: reporteritos, fotógrafos, pasanticas, periodisticas. El oficio más triste del mundo. Sin embargo, en todos lados se dirá lo mismo, en todos lados la informacion será idénticamente estúpida.

2. A las siete de la mañana se informará de "que hay retrasos en algunas mesas". De bolas, los funcionarios de mesa tienen derecho a comer su empanadita.

3. Entre las diez y las once de la mañana, por ahí, más o menos, los canales se encadenarán. Entre empujones y coñazos, votarán Chávez en el 23 de enero y Rosales en Maracaibo. Las reporteritas intentarán hablar hacia el micrófono con la respiración entrecortada, como si se las estuvieran pegando. Habrá pisotones, mentadas de madre y alaridos de fondo de "Uh, ah" y "Atrévete".

4. Quizás más o menos a esa misma hora hablará el cardenal Urosa Savino pidiendo calma, paz, reconciliación, amor, cvismo y reflexión, y toda la paja. Siempre llevan un curita a los canales en días como estos.

5. Como a la una de la mañana entraremos en una calma chicha para retrasados mentales. Algunos canales pondrán peliculitas malas, en otros seguirán las entrevistas en las que no se dice nada con voceros "de la sociedad civil", así como tomas de colas en centros de votación sin valor informativo alguno. Seguro será el turno para el defensor del pueblo German Mundarain en VTV, para Isaías Rodríguez, para Nestor Francia. La hora de la imparcialidad estúpida, de la espera estéril y de todos los lugares comumes que podrían haber faltado en las otras horas.

6. A las cuatro de la tarde empezarán a pasar los motorizados de UPV y Lina Ron gritando Viva Chávez.

7. A las siete habrá una especie de calma tensa idiota y llamados a que permanezcan abiertos los centros de votación donde todavía hay colas. A pesar de los reiterados llamados de semanas anteriores para que la gente vaya a vigilar el conteo de votos, a la mayoría le dará una inmensa ladilla y se quedarán en sus casas. En la mayoría de los canales habrá mesas redondas idiotas con los imbeciles de siempre, quienes elogiarán el absoluto civismo de la jornada: Unai Amenabar, Miguel Angel Rodriguez, Carla Angola, Kiko Bautista, Ana Vacarella, Sergio Novelli, etc, etc, etc, etc.

8. Voceros de la oposición empezarán a denunciar irregularidades como a las ocho de la noche. Rosales hará llamados a permanecer optimistas y alertas.

9. Chávez saldrá al balcón del pueblo como entre las 11 y las 12 de la noche. Venevisión pondrá su marcha: pamparan-paran-paran.... PA-PA-PA-PAAAA, PARARA - PAPAPAAAA, PARAMPARAAAA.... Pero en RCTV hablarán algunos voceros de la oposición. Se lanzarán fuegos artificiales y los seres humanos normales no podremos dormir. Estaremos en un limbo de un sopor terriblemente real donde se juntarán explosiones, pesadillas, gritos destemplados, ausencia total de discreción o lucidez. Un país alrededor de un único apellido.

10. ¿Por amor de Dios, alguien me puede regalar un boleto con salida este sábado para cualquier parte del mundo, aunque sea para Cúcuta?

27 noviembre 2006

ENTRE CARAJITOS



Había una canción del grupo valenciano de ska Mata Rica titulada "Jibarito", que trataba sobre peleas de malandritos en la calle. El sábado 25 de noviembre en la mañana me puse a ver Globovisión y VTV, que cubrían el acto de cierre de Manuel Rosales en Caracas, y me acordé mucho de la canción "Jibarito". En Globovisión, tocaba un grupo que cantaba sobre las playas de Cuyagua y una bailarina meneaba las nalgas. Luego rezaron un Padrenuestro y de inmediato pusieron un reggaetón (vaya combinación). Había cámaras montadas en grúas al más puro estilo saudita-VTV. Diana Carolina Ruiz hacía entrevistas entre los marchantes y decía cosas como estas: "Señora, usted es de Vargas, yo pensaba que en Vargas mandaba el oficialismo". Luego pasaban imágenes de la concentración acompañadas por música de estudio (!!!!) de Reynaldo Armas, Maracaibo 15 y etcétera (creo que sólo faltó el pavoso de Ilan Chester). Dividieron la pantalla en dos y pusieron las palabras "realidad" y "ficción" (esta última con la señal de VTV). Cosas de Alberto Federico Ravell. Ese es su estilacho, aunque hay cosas que uno creía que no volvería a ver luego de lo que pasó en este país en 2002 y 2003.

Ahora vamos con VTV. Se fueron a Plaza Venezuela, bien, pero bien lejos del punto final en Las Mercedes, y enfocaban a unos cuantos bolsones de caminantes escuálidos (por el número, no por la filiación política). La reportera de VTV decía cosas como estas: "Las imágenes hablan por sí solas, queridos espectadores". "Están usando la canción de Calle 13, a pesar de que este grupo los ha amenazado con una demanda". "Las consignas son las mismas que usaban en abril de 2002". Tal como les dije: estamos entre carajitos. Jibarito TV. La televisión digna de Popy en plena campaña electoral. Vamos a ver quién tiene el pipicito más grande. Mientras tanto, una cosa llamada ética volando por ahí, como un ánima en pena invisible. Mientras tanto, nadie en nuestros inefables canales de TV dice que, por más gente que vaya a una marcha de azules, de tricolores o de rojo-rojitos (tremendo slogan, Rafael Ramírez, el jingle del año), siempre será un porcentaje ínfimo de lo que se necesita para ganar unas elecciones. Nadie habla de acuerdos de convivencia mínima entre los que ganen y los que pierdan el 3-D. Por eso tengo taaaaaantas ganas de votar el domingo. Siento tanto deseo como si fuera a hacer el amor con Gaby Espino encima de la captahuellas.

JULIET LIMA



El pasado martes, también gracias a una amiga, me colé en el estreno para la prensa de la nueva telenovela de RCTV, "Te tengo en salsa", que se escenificó en los cines del Tolón. Mi amiga y yo llegamos a la conclusión de que la actriz Juliet (o Juliette) Lima, en la foto, se había operado los senos de una manera tal que no tenía proporción alguna con el resto de su delgada y diminuta anatomia. Después me puse a reflexionar y decidí ser menos severo: la desproporción tambien puede ser un valor estético (independientemente de las consecuencias que esto pueda traer a la salud de Juliet, por ejemplo, dolor de espalda o tendencia a caerse hacia adelante). Y es que en este automercado de la atracción sexual, hay un anaquel para todos, como escribi una vez a propósito de la película "The Full Monty". A mí, por ejemplo, me desequilibran mucho las chamas con poca cintura que se ponen pantalones a la cadera. Me despiertan morbo, me parece como un desafío muy sexy a la naturaleza. Seguro en alguna tienda porno hay videos titulados "Jevas flacas, chiquitas y tetonas". Larga vida, pues, a la desproporción de Juliet Lima, al parecer en trámites de divorcio de Jonathan Montenegro, según rumores. Me arrepiento públicamente de no haber grabado en VHS el primer capítulo de "Te tengo en salsa", en el que Juliet tiene una escena muy picante vestidita de leopardo en el hotel Aladdin. Y de arrepiento de no haber hecho una foto de Estefanía López y de la pinta espectacular que tenía ese día en la premiere.

PD: algún día volveré a escribir de cine con frecuencia.

"PLANTA"



Tuve la fortuna de que me regalaran una entrada para la segunda y última función de Gustavo Cerati, el pasado viernes 24 en el Anfiteatro del Centro Sambil. Además estuve sentado a unos pocos metros de la tarima, gracias a una gran amiga que me convenció de ocupar "ilegalmente" un puesto que no era el mío. Cuando era chamo y fui una de las primeras personas que compraba viniles de Soda Stereo en Venezuela, veía a Gustavo y pensaba que ser argentino era un sinónimo de ser perfecto. Unos pocos años después, veía a la selección argentina que dirigía Alfio Basile (en su primera etapa), donde estaban Fernando Redondo, Gabriel Batistuta, Leonardo Rodríguez, Claudio Caniggia, Pedro Troglio (igualito a Charly, el baterista de Soda) y compañía, y seguí pensando que ser argentino era igual a ser melenudo, hermoso e inteligente. Luego crecí y me di cuenta de que no podía idealizar a ninguna nacionalidad, y que en Argentina también había gente fea, y que en Argentina suelen tener una atracción pasmosa por la música tropical más arrabalera, y me contaron que Elvis Crespo era allá un ídolo. Igual, cuando vi a Gustavo Cerati el viernes, volví a pensar que sólo en un país como Argentina puede nacer alguien como él. Para mí, un John Lennon, un Johnny Cash o un Bob Dylan de este continente. Un Dios.

Más allá de cómo Gustavo canta, cómo toca la guitarra, cómo dialoga con el público o cómo bromea sobre los fuegos artificiales que lanzan los partidarios de Manuel Rosales, hubo algo en este concierto que me reafirmó en mis convicciones sobre la perfección infinita de Cerati: el repertorio. Del disco "Sueño Stereo" (es el último en estudio de la banda, creo), no escogió alguna de las más conocidas: "Ella usó mi cabeza como un revolver", "Efecto Doppler" o "Ángel Eléctrico". No. Gustavo seleccionó el track número 10, una canción perdida en el disco, una canción que siempre me ha parecido una obra maestra, y que creía que sólo me gustaba a mí: "Planta". El comienzo de la canción es como esa sensación que uno tiene al ver un paisaje a la distancia en ese punto del amanecer en el que el cielo está en el punto exacto entre el negro y el azul. Y Gustavo cantó "Planta", una canción que jamás imaginé que oiría en vivo. No lo podía creer, y todavía no lo creo. Y me paré, y la canté, y para el puñado de personas que nos paramos y conocíamos la letra de "Planta", fue un instante de complicidad e intimidad inolvidables. Un sueño. Gustavo, siempre querré ser como vos.

Sabia savia por mi cuerpo
como oro de Acapulco
Voy preparándome

Tanto irme por las ramas
ahora recorro las heridas
no fue suficiente fe
No sé que me pasa
Ya no puedo volver

Mi voz vegetal
necesito tener amarrados los pies
En el aire sé que soy nada más que menos
de lo que podría ser
Me resisto
a empujarte a otro juego de azar
en el aire reverbera el ansia de mi voz
Mi voz vegetal
vegetal
Amor vegetal

14 noviembre 2006

REGGAE HASIDICO


En este blog ultimamente está entrando de todo. Sin embargo, como buen amante del buen reggae (últimamente lo tengo abandonado, para mi pesar espiritual, sobre todo en recientes momentos de incertidumbre), quería compartir un fenomenal ejemplo de hibridación cultural que descubrí leyendo una revista Rolling Stone, edición de Argentina. Se trata de Matisyahu, un judío ortodoxo que se ha convertido en toda una revelación de la escena del reggae estadounidense. Según leí en la revista argentina, las autoridades religiosas de Matisyahu le exigen a este músico que evite cualquier tipo de contacto físico con sus fanáticos: es decir, nada de lanzarse desde la tarima ni de tocar brazos o manos cuando firme autógrafos. Esto ya cae en la anécdota. Lo importante es que el tipo es un músico fabuloso. Lo recomiendo, veanlo en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=kMrvkOg3DIE.
Anotación muy posterior: que un judío ortodoxo haga música reggae no es tampoco un fenómeno demasiado extraño. La religión rastafariana, de origen jamaiquino y muy vinculada a los orígenes del reggae en la isla caribeña, toma numerosos elementos judeocristianos, y particularmente de la religión judía. Recordemos que en la tierra prometida para los rastafari, Etiopía, circula la teoría de que allí habita una de las tribus perdidas de Israel (en la actual nación de Israel, algunas corrientes políticas han planteado la posibilidad de importar mano de obra etiope de hipotético origen bíblico). Dicho todo esto, no es tampoco nada extraordinario que un judío "tradicional" recorra el camino inverso hacia el reggae y su peculiar espiritualidad.

02 noviembre 2006

¿Y ESO CON QUÉ SE COME? - VIVE TV




Chico, bien tempranito este jueves, ejecutando el zapping como de costumbre después de bañarme, en vez de ir a hacer ejercicio en el Parque del Este o algo productivo, me he encontrado con un programita bien divertido en Vive TV llamado ¿Y ESO CON QUÉ SE COME?. El género es de opinión juvenil, como para demostrar que no por ser joven se es bobo y hedonista. El tema era el conflicto en el estado mexicano de Oaxaca. Lo más llamativo de todo era la atractiva moderadora (Osly Hernández), llamada a convertirse en todo un icono del revolucionarismo light: descalza como Shakira, con unos bellísimos rulitos negros como recién hechos en la peluquería que se enrollaba a cada rato en los deditos (como mi amiga Vanessa Davies mientras teclea), y armada con una camarita digital que usaba para apuntar con ángulos "trasgresores" a los invitados mientras hablaban, tú sabes, que si el video experimental y tal, mientras decía cosas como éstas: "Usemos la globalización para extender la lucha". Otro de los moderadores (Reiman Velásquez) es un chamo tuerto. En la esquinita inferior derecha, un calvo con chaleco de fotógrafo y barba de candadito lucía realmente agotado de tanto hacer señas para la audiencia sordomuda.

No tengo nada en contra de los tuertos ni sordomudos, no faltaba más, me parece loable que en Vive TV se dé espacio a los excluidos audiovisuales que jamás toman en cuenta en otros canales. Pero también sería importante le brinden sus 15 minuticos de TV a gente capaz de investigar y documentarse un poco sobre lo que habla, no sólo a las snobs descalzas de la tecnología Sony. Está claro que estos moderadores no tenían ni idea de los acontecimientos en Oaxaca, en algún momento relacionaron al izquierdista López Obrador con la lucha zapatista en Chiapas y los invitados mexicanos casi que los mandaron a callar. Pero bueno, igual me alegró conocer a Osly, creo que tiene madera para el negocio, prefiero verla a ella un millón de veces que ese espantoso bodrio de RCTV que conduce la desagradable gorda sin ningún tipo de rigor informativo a a la que apodan Bicha.

PD: en un momento de su experimentación radical con los encuadres, a nuestra admirada Osly se le fue el dedo y apretó el botón de play cuando estaba hablando uno de los invitados mexicanos, quien para sorpresa de todos se vio interrumpido por un ruido ininteligible. Una de dos: o el programa era en vivo, cosa que dudo, o el editor cumplió la loable misión de conservar la pureza de lo espontáneo.

31 octubre 2006

MY SUPER EX-GIRLFRIEND (2006), de Ivan Reitman


En la calle se venden de nuevo álbumes de barajitas de El Chavo del Ocho, y es de pinga saber que Ivan Reitman sigue dirigiendo comedias a los 60 años de edad. Me gustó esta película sobre hombres cada vez más inútiles y mujeres completamente activas, dominantes y desprovistas de traumas en el plano sexual. La parodia del vuelo de Supermán con Loise Lane sobre Nueva York es antológica. La transición cuaimesca que sufre el personaje de Uma Thurman también es deliciosa. Hay gente con mucho talento para la comedia como Luke Wilson y Anna Faris, una chica por quien siento especial debilidad y que aquí está divina. Destacable también la punta que le tira Reitman a la obsesión leguleya por el acoso sexual (si en Venezuela aplicaran esa yo tendría seis meses de cárcel por buzo de oficina). No me convenció del todo el destino sentimental de Jenny-Uma Thurman, pienso que se merecía algo mejor, más fuegos artificiales, en la escena final se le nota algo sin brillo quizás por la pareja que le tocó como por repele y que no le cuadra mucho. Con el pelo castaño y anteojos se le ve muy bonita, me hace recordar a mi amiga Tiziana Mazzucato.
ATENCIÓN: para los cazadores de mamis nuevas en el cine, ojo con la chica bartender de la película. Su nombre en la vida real es Margaret Anne Florence (http://us.imdb.com/name/nm2092237)

29 octubre 2006

EL DIABLO VISTE A LA MODA, de David Frankel



Película acerca de tomar decisiones en la vida, y esas cosas. Anne Hathaway es la ensoñación masturbatoria por excelencia. No tengo la menor idea de si es mejor o peor actriz con respecto a los tiempos del principado de Genovia, sólo sé que cada película que pasa se le ve más radiante y erotoscente (*). Lo único que cabe decir es la frase habitual de mi amigo Jesús: "Esta noche le dedico uno". Sólo por verla a ella bien vista, vale la pena observar esto en cine y no en DVD. Meryl Streep tiene su papel servido y en alguna que otra escena hasta se ve buena. Lo mejorcito de la película es que no hay moralejas de castigo alrededor del personaje de Miranda Priestly, nadie intenta cambiarla a pesar de que hay una escena en la que parece que se va a quebrar. No es tan extraño porque Frankel es un director con ciertas cosas semi-interesantes previas. En la última toma, el personaje de Andrea Sachs aparece cruzando una avenida de Nueva York con unas botas fetichescas de tacón alto. El mensaje es que la chama aprendió que hay un termino medio entre verse rancho y verse tipo San Ignacio, algo importante cuando horas antes de ir al cine yo había estado reflexionando sobre la urgencia de rebajar unos 10 kilos y comprar ropa nueva antes de diciembre, o por lo menos en enero. Esas cosas también importan en la vida. Hay que destacar que antes de la película pasaron tres trailers de Chávez y dos de Rosales. Durante la película estuve pensando en el hecho de que en Venezuela no existe la franquicia Starbucks, en Las Mercedes sería un palo. Como quisiera un muffin de blueberry de Starbucks.

PD: No tiene un coño que ver con la película, pero en la mañana de este domingo vi unas chamas que iban para la playa y desde hace tiempo he estado pensando: así como se dice que los hombres que tienen la pata grande también tienen el pipí grande, ¿existe alguna característica sexual particular en las mujeres que son patonas? Una pregunta que seguro podría responder mi amigo Albinson.

(*) Fluorescencia erógena

27 octubre 2006

MOTHRA, LA POLILLA GIGANTE



Fue en junio de 2003, estoy casi seguro. Como redactor de espectáculos, me tocó ir a Los Angeles, Estados Unidos, para presenciar los premios Taurus, en un viaje pagado por la compañía Red Bull. Era mi primera estancia en Estados Unidos luego de la implantación del control de cambio y entonces no se podían usar todavía tarjetas de crédito en el exterior. Imagínense un indigente de una república militar bananera en un cinco estrellas de Beverly Hills. Del poco efectivo en dólares que llevaba, tuve que depositar 100 en la recepción del hotel como garantía.
En síntesis, durante este viaje tuve que obligarme a mí mismo a permanecer casi todo el día dentro la habitación del hotel para no hacer ningún gasto innecesario, entre las burbujitas de gel en el jacuzzi y el olor a sábanas y toallas frescas. Nada de cine, ni paseos por malls, ni saqueos de marcadores de punta fina y frasquitos de Nesquick en farmacias de 24 horas. Recuerdo haber visto de madrugada un maratón del Real World en MTV. Pero lo más inolvidable de este viaje de encierro casi casero fue encontrarme en un canal de ciencia ficción, haciendo zapping, con un maratón de tres horas de un programa japonés de monstruos similar a Ultramán y Monstruos del Espacio, pero que nunca había visto en Venezuela. Mothra, la polilla gigante (Mosura, en original japonés). A diferencia de otros personajes heroicos similares, Mothra sufre y muere, para luego volver a nacer con más poderes, lo que unido a la fragilidad intrínseca de las mariposas, le confiere un simbolismo poderosísimo y casi místico.
Jamás olvidaré la imagen de Mothra peleando contra un dinosaurio de tres cabezas que le lanzaba bolas de fuego y le quemaba las alitas. La música de este programa es también muy bonita, así como los chillidos casi imperceptibles de nuestro insecto. Durante todos estos años he tenido una especie de obsesión con Mothra, que se me funde con la vista de Hollywood desde la ventana del hotel, las palmeras y el sol de aquel día despejado. Gracias a la página Youtube.com, hoy he vuelto a ver algunos fragmentos de episodios de Mothra, aunque por supuesto, nunca será lo mismo que sentí como venezolano pobre en aquella tarde en un cinco estrellas. Quisiera, desde este hipotético blog de cine, rendir un pequeño homenaje a mi pequeña y noble polilla gigante de Japón.

24 octubre 2006

ELIPSIS (2006), Eduardo Arias Nath


Preguntas:
1. ¿Por qué Christina Dieckmann tuvo crédito grande de actriz al final de la película?
2. ¿Por qué los policías venezolanos de escuadrones especiales siempre se ven tan balurdos, aunque se pongan chalecos, cascos, armaduras, etc? ¿Por qué nunca se ven como los gringos?
3. ¿Por qué se siguen gastando los reales de esta manera en este país? ¿Por qué se siguen filmando cortometrajes estirados?
4. ¿Por qué Prakriti Maduro (quizás lo más interesante de esta película) le da dos palos a Gaby Espino? ¿Por qué Gaby Espino ha optado por estancarse como acróbata censura A de la exhibición de lolas sin pezones? ¿Por qué su escena en el consultorio de dentista es tan predecible que no le causa una erección ni a un pajizo de 15 años?
5. ¿Por qué la gente que firma con dos apellidos, como este tal Arias Nath, siempre tiene un gran mojón mental?
6. ¿Por qué sentí que gasté los reales en la sala VIP del San Ignacio y perdí dos horas de mi vida? ¿Por qué en el San Ignacio me echaron esta vaina?
7. ¿Por qué pasé toda la película confundiendo a Eric Wildpret con Jonathan Montenegro?
8. ¿Por qué Ana María Simon siempre está de asomada en todos lados sin aportar nunca nada realmente relevante?
Tengo la teoría de que buena parte del lenguaje cinematográfico consiste en el manejo de los espacios físicos. Elipsis es una película sin espacios. Podríamos catalogarla como película de cajita de fósforos, con fiesticas balurdas tipo caraqueño fashion filmadas en estudios claustrofóbicos. Hay un amigo al que le agradaron el vestuario y los diálogos, porque supuestamente no eran tierrudos. A mí me desagradaron hasta las combinaciones de camisa con pantalón de Cacique, y todo Cacique en general, con sus mandíbulas de mandibulín y su cáscara de personaje sin personalidad. Me hubiera gustado hacer una elipsis de verdad, tener un control remoto como el de Adam Sandler y saltar sobre las sensaciones que me causó este bodrio autorreferencial y pedante. ¿Por qué no me dieron un porcentaje de los reales del presupuesto para construir mi cancha personal de fútbol? ¿Por qué es tan jodido vivir?